El ejercicio ofrece muchos beneficios para la salud y el bienestar general. Es una poderosa herramienta para la prevención de enfermedades, ya que la actividad física regular puede ayudar a prevenir enfermedades crónicas. El ejercicio también desempeña un papel importante en el mantenimiento de la salud mental: reduce el estrés, mejora el estado de ánimo y favorece el sueño, lo que es especialmente importante para quienes padecen insomnio y trastornos del sueño.

En cuanto a la salud física, el ejercicio es esencial para mantener la fuerza y la flexibilidad, lo que a su vez mejora el equilibrio y la coordinación. Esto es especialmente importante porque reduce el riesgo de caídas, un problema frecuente que puede provocar lesiones graves y pérdida de independencia.

También se ha demostrado que el ejercicio previene la pérdida de masa ósea y alivia el dolor asociado a enfermedades como la artrosis, ayudando a mantener las articulaciones sanas y móviles.

La salud cardiovascular es otro beneficio importante del ejercicio regular. Mejora la función cardiaca y reduce el riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular.

El ejercicio mejora la eficiencia cardiovascular, lo que se traduce en una menor frecuencia cardiaca en reposo y en ejercicio submáximo, y en ejercicio máximo aumenta el volumen sistólico, el gasto cardiaco y la captación de oxígeno, al tiempo que disminuye la presión arterial

Además, el ejercicio puede ayudar a mantener la independencia al mejorar la capacidad de realizar las actividades cotidianas sin ayuda. Fortalece los músculos, lo que es vital para tareas como subir escaleras y llevar la compra, y puede retrasar o prevenir la aparición de discapacidades.

En resumen, el ejercicio es un componente clave de un estilo de vida saludable y puede aprtar muchos beneficios, como prevenir enfermedades, mejorar la salud mental y física, mejorar el equilibrio y la coordinación, mejorar la salud cardiovascular y mantener la independencia.