Que no te engañen… ¡tú no necesitas hacer deporte!
¡Sí! Lo digo bien alto y quiero que quede bien claro: ¡tú y tu cuerpo no necesitáis hacer deporte… necesitáis hacer actividad física!
Mi experiencia me dice que se habla de hacer deporte como la única forma de cuidar tu salud y, claramente, no es así. Además, el concepto deporte lleva asociados psicológicamente unos procesos que suelen llevar a pensar y sentir:
«¡Entrenar! Uf… ¡Qué pereza!»
¿Y si hablamos menos de deporte y hablamos más de actividad física?
Para ser objetiva aquí quiero separar los términos «actividad física» y «deporte». A parte de que los dos comparten una herramienta imprescindible para que existan: el cuerpo humano; son conceptos completamente diferentes entre ellos. De acuerdo con la National Hearts, King, and Blood Institute entendemos por actividad física «todo movimiento del cuerpo que hace trabajar a los músculos y requiere más energía que estar en reposo. Caminar, correr, bailar, nadar, practicar yoga y trabajar en la huerta o el jardín son unos pocos ejemplos de actividad física». ¡Curioso verdad! Si subes el volumen de tu música favorita y bailas estás haciendo actividad física (excusas cero).
Bien, veamos ahora cómo define el término deporte la RAE «actividad física, ejercida como juego o competición, cuya práctica supone entrenamiento y sujeción a normas». ¡Ojo, que necesitamos competir, entrenar y normas!
Que no te engañen, tú no necesitas hacer deporte, lo que tú necesitas es moverte por encima de tus niveles de reposos, es decir: necesitas hacer actividad física. ¡Ah y no por tí! ¡Por tu cuerpo! Te pido que por un instante pienses en los coches… ¿Qué ocurre si no arrancas un coche en 4/5 días? Yo necesito arrancarlo unas 5 ó 6 veces y respiro profundo para evitar llevar al taller. Entonces… ¿de verdad crees que tu cuerpo no necesita la actividad física?
De forma sencilla te quiero exponer tres beneficios que produce la actividad física en cuatro áreas de tu cuerpo:
a) a nivel cardiovascular:
- en la irrigación miocárdica: aumentan las arteriolas, venas y capilares; es un factor que disminuye la tensión arterial.
- reduce del riesgo coronario por mejoras circulatorias locales en el corazón, reduce los trombos y aumenta la potencialidad miocárdica.
- aumento del número de glóbulos rojos, favoreciendo así la elevación de los niveles de hemoglobina y, consecuentemente, incrementa la captación de oxígeno.
b) a nivel respiratorio:
- promueve la ventilación y oxigenación de las bases pulmonares, manteniendo activos espacios ventilatorios y evitando su colapso con el transcurso del tiempo y la inactividad.
- disminución del trabajo inspiratorio por reducción de resistencias alveolares, aumento de la superficie de contacto y disminución de la permeabilidad a la absorción de oxígeno.
- reducción de la frecuencia respiratoria debido a los aumentos de volumen.
c) a nivel metabólico:
- combate el sobrepeso y la obesidad.
- liberación de beta-endorfina: genera una situación placentera.
- regulación de la insulina.
d) a nivel muscular:
- modificación en la forma y geometría corporal, que posee un fuerte influjo en los modelos estéticos de la sociedad actual.
- mejoras en el reclutamiento de fibras para el desarrollo de las acciones musculares (coordinación intramuscular).
- mejoras en los procesos de transmisión de los impulsos musculares, circunstancia que reduce el tiempo de reacción en la contracción.
Como ves, los beneficios que puede producir entrenar sobre tu cuerpo son numerosos. Quizá el problema es que estamos demasiado saturados de lo bueno que es el deporte y poco informados de lo necesaria que es la actividad física. Se habla abiertamente de ello en cualquier revista, publicación, programa… Estoy convencida de que por eso mismo seguimos viviendo en una sociedad en la que la práctica de actividad física no se considera una actividad esencial. Más allá de leyes que determinen legalmente que la actividad física y deporte son actividades esenciales… Tú tienes la responsabilidad de considerar la actividad física como esencial para tu Calidad de Vida.
¡Tú tienes la decisión de cuidarte!
Fuentes:
