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No es solo ENDORFINAS
SEX, SPORT and Adiccion a DOPAMINA

Amplia es la literatura científica que trata los beneficios del ejercicio físico sobre la salud físicas.

Ell concepto de estilo de vida, la capacidad del disfrute en el sufrimiento, el tesón, la constancia, el espíritu de superación e inconformismo,… algunas de las explicaciones para este percepción que creo es una realidad.

Pero como todo en esta vida, hay moléculas, enlaces químicos, sustancias internas generadas por nuestro organismo que dan explicaciones a fenómenos.

En relación al deporte y la felicidad surgen a escena las ENDORFINAS – quimeras como la vitalidad y la alegría.

Las endorfinas son péptidos derivados de un precursor producido a nivel de la hipófisis, una pequeña glándula que esta ubicada en la base del cerebro. Cuando hacemos deporte esta glándula es estimulada, produciéndose endorfinas en el organismo, las que van a actuar sobre los receptores que causan analgesia, además de producir un efecto sedante similar a los que genera la morfina.

Hay estudios que demuestran que las endorfina son capaces de inhibir las fibras nerviosas que transmiten el dolor, además de actuar a nivel cerebral produciendo experiencias subjetivas, que son sensaciones intensas, bien conocidas por los deportistas como son la disminución de la ansiedad y la sensación de bienestar, además de la analgesia.

  •  Calman el dolor
  •  Crean la sensación de placerAyudan a liberar las hormonas sexuales, responsables del deseo sexual.
  •  Fortalecen el sistema inmune
  •  Modulan el apetito
    En general, son las responsables de nuestra calidad de vida.Pero no podemos delimitar la producción de endorfinas por el ejercicio, ya que existen otras fuentes de creación como podrían ser la acupuntura o las relaciones sexuales por poner ejemplos. ¿Cómo podemos fabricarlas en mayor cantidad? Cuando hacemos actividades, que el cuerpo identifica como placenteras, se produce un aumento de la producción de endorfinas.
  • Ejercicio físico moderado.
  • Relaciones sexuales satisfactorias.

Beneficios de las endorfinas

  •  La risa es, sin duda, uno de los factores que más incrementa nuestros niveles de endorfinas.
  •  El contacto con la naturaleza ya que siempre nos hace sentir mejor.
  •  La relajación. Puede ser cualquier actividad que disminuya nuestro nivel de estrés ynos sea satisfactoria (relajación, meditación, visualizaciones, etc.)
  •  El masaje, el shiatsu o cualquier terapia manual.
  •  Disfrutar sus sensaciones (olores, sabores, etc.), la compañía, etc.
  •  La música, el baile o el canto libera gran cantidad de endorfinas.
  •  Hacer cosas por el bien de los demásSon varios los estudios que han demostrado que después de una actividad física aeróbica, existe un claro y significativo aumento de las endorfinas después del ejercicio. El ejercicio de resistencia tiene un potente poder antidepresivo. El deporte es un arma terapéutica que no puede ser reemplazada por la medicina convencional, es la única medicina que no se vende en las farmacias y solo depende de nosotros en ocuparla. “Correr libera endorfinas, es la misma reacción que con el sexo”   Jerónimo García, especialista en Medicina Deportiva, asesora a deportistas profesionales y futuros profesionales sanitarios Deporte y enforminas ¿un mito? En 1975, descubrieron una molécula muy similar a la morfina a la que llamaron Enkefalina (“dentro de la cabeza”) y su estructura ayudó a explicar por qué el cerebro había desarrollado estos receptores. Evidentemente no había sido para recibir inyecciones de morfina o de heroína sino que el mismo órgano manufactura sus propios neurotransmisores químicos que le ayudan a salir de varios trances estresantes. Le dan nombre a estas moléculas viniendo de la mezcla de las palabras: endógena (producida por el organismo) y morfina = Endorfina El descubrimiento de las endorfinas y su función en el organismo se hizo muy popular en corto tiempo. Para ese entonces, el ejercicio vigoroso, como correr, hacer aeróbicos y montar bicicleta, se estaba poniendo muy de moda y muchos artículos en la prensa hablaban del bienestar del ejercicio y lo mucho que producía una sensación de complacencia y satisfacción cuando las personas se ejercitaban por largas e intensas sesiones. El término “runner ́s high” (algo así como el bienestar del corredor) se comenzó a usar tras comprobar en varios análisis de sangre realizados a personas que habían realizado ejercicio intensamente, niveles más altos de endorfinas. Desde entonces, existe una corriente que atribuye el bienestar posterior al ejercicio a la liberación de endorfinas. ADICCION Sin embargo, se han realizado diversas investigaciones que no demuestran de manera significativa la correlación entre el ejercicio y las endorfinas. El doctor Snyder dice que la historia no es más que una buena leyenda urbana de la medicina.

“El que se encuentren altos niveles de endorfinas en la sangre de la gente que ejercita no nos dice nada sobre el cerebro. Las endorfinas no pasan de la sangre del organismo al cerebro y para saber si en realidad existe una alta actividad de ellas en el cerebro habría que analizar la materia gris durante o inmediatamente después del ejercicio y esto ha sido casi imposible ya que las técnicas que poseemos para lograrlo son muy invasoras. Otro camino para explicar la euforia que causa el ejercicio. Este nuevo camino no tiene nada que ver con las endorfinas sino con la adicción. Durante décadas, la Ciencia ha estado buscando el camino cerebral que traza los comportamientos adictivos en las personas y en algunos animales como las ratas. Ciertos experimentos realizados con estos animales comprobaron que el ejercicio puede convertirse en una adicción.

La doctora Virginia Grant realizó una interesante investigación al respecto, tomando grupos de ratas en distintas jaulas, dándole a todas comida durante tan sólo una hora en el día, estando las 23 horas restantes sin nada que comer ni hacer. A un grupo le pusieron ruedas para correr dentro de sus jaulas y al otro no se le puso dicha rueda. De este experimento se terminó descubriendo que el grupo que no tenía nada que hacer se adaptó a comer y a dormir sin hacer mucho más. Sin embargo, las ratas que tenían la opción de correr en las ruedas lo hicieron, de tal forma, que corrían hasta más de 25 kilómetros al día. Tanto fue así que dejaron incluso de comer por seguir corriendo y en dos semanas las ratas de este grupo se murieron de hambre, lo que puede dejar la conclusión de que las ratas se volvieron adictas a correr.

Ahora, unos investigadores en Estocolmo pueden que tengan la respuesta a este dilema del ejercicio como adicción. El doctor Stefan Brene del Instituto Karolinska en Estocolmo afirma haber descubierto qué hace que algunas personas sientan el bienestar y la energía del ejercicio y otras no. Para el equipo, todas estas actividades tienen un camino en común, la liberación de dopamina en el cerebro.

“Hemos descubierto un solo camino en común para todas las adicciones, ya sea heroína, morfina, cannabis, cocaína, anfetaminas, no importa, la ruta que se crea en el cerebro no tiene nada que ver con los efectos que causa la droga en la persona. La adicción es algo aparte y ajena a la actividad que la produce. Todas estas drogas y actividades precipitan una señal química en la materia gris que llega al nucleus accumbens que se encuentra en la parte frontal del cerebro. Esa señal causa siempre lo mismo: el flujo de dopamina en el cerebro. Creemos que la dopamina es lo que hace que los ratones sigan corriendo y que el adicto a la heroína recurra a lo que sea para buscar su dosis. El fin es activar esta región en el cerebro que libera la dopamina. Esta sustancia es la que causa el sentimiento de bienestar en algunas personas que se vuelven adictas al ejercicio”.